jueves, 12 de noviembre de 2009

Berlín, el respeto a la música electónica


¿Qué estabas haciendo hace 20 años? ¿Dónde estabas? ¿Sabias lo que era el muro de Berlín? O acaso ¿habías nacido?
Un 9 de noviembre de 1989, caía el muro de la vergüenza, el muro de Berlín y hoy, 20 años más tarde, se celebran grandes fiestas en media Alemania. Y, como no podía ser menos, el dj que va a capitanear las fiestas más electrónicas es Paul van Dyk y, siguiendo en la línea germana, todos se reunirán en la Puerta de Brandeburgo.

Hace unos meses que van Dyk estaba trabajando en el tema, denominado himno para esta ocasión, que le habían encargado para amenizar las celebraciones. Hace menos de una semana que ya ha salido a la luz. Y todos nos preguntamos: ¿Qué es esto? ¿Tan perjudicado por la crisis está van Dyk que se ha dejado comprar? Si van Dyk es el ejemplo de la cultura electrónica alemana, con Berlín como su capital ¿Porqué no han dejado que el deejay se expresase libremente? Dejemos la política y hablemos de electrónica.

Casual y curiosamente, la primera edición de la Love Parade fue en julio e 1989, algunos meses antes de la caída del muro de Berlín. La creó Dr. Motte (en realidad Matthias Roeingh) y ni él mismo se esperaba que de la primera a la segunda edición pasarían de un centenar de asistenes a casi dos millones y medio de amantes de la electrónica, "la libertad y en favor de la paz", según Roeingh.

La cultura electrónica emergía con fuerza de las calles más oscuras de Berlín. Artistas como Tresor o E-Werk empezaron a dar al ocio nocturno razones para tener en cuenta a estos chicos y, gracias a otros muchos, la electrónica se ganó una buena posición de respeto en todo el mundo.

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